martes, 28 de marzo de 2017

LOS SOFISTAS Y SÓCRATES

¿Quiénes fueron los “famosos” sofistas? ¿Cuándo aparecieron? ¿Qué función cumplían? ¿Cuáles eran las diferencias que tenían con Sócrates? Y la gran interrogante ¿Realmente su existencia fue relevante para nosotros? Los sofistas fueron pensadores (no considerados filósofos) que vivieron en la antigua Grecia desde mediados del siglo V a comienzos del siglo IV antes de J.C. Los destacados miembros de la sofistica fueron: Protágoras, Gorgias, Hipias, Pródico, Trasímaco, Critias y Calicles. La diferencia que marcó totalmente la relación entre los sofistas y Sócrates fue que ellos usaban la retórica, Sócrates usaba la mayéutica. El uso de estas técnicas distintas causó una gran discrepancia. Los sofistas eran viajeros, conocían diversas culturas, totalmente diferente a la griega. Por eso se plantearon problemas referidos a las costumbres y las leyes. ¿Son las costumbres y leyes un simple acuerdo, una convención, o son naturales? Así fue cómo surgió la idea del relativismo.
En muchas fuentes de investigación podemos encontrar información de ellos como: “Las técnicas que ellos empleaban eran el arte de hablar en público, la retórica, era esencial en la democracia griega, donde los ciudadanos participaban constantemente. Las enseñanzas de los sofistas tenían un fin práctico, saber desenvolverse en los asuntos públicos. Fueron los primeros pensadores que cobraron dinero por sus enseñanzas.” Y aquí pondré un enfoque en “Fueron los primeros pensadores que cobraron dinero por sus enseñanzas.” Porque si bien eran pensadores, llenos de conocimiento por experiencias vividas, conocían diversas culturas y realmente tenían gran diversidad de conocimientos pues ellos enseñaban con fines lucrativos. Muchas personas realmente estaban en contra de esto y otras a favor, pero desde mi punto de vista creo en aquellas épocas cuando la enseñanza era libre (gratis) la cual la brindaban los filósofos, no era justo para todos que cobraran por enseñar, porque muchas personas querían aprender y obtener conocimientos, pero no tenían dinero para pagarle a un sofista, todo lo contrario a los filósofos, gracias a los ellos la gente pudo adquirir ciertos conocimientos gratis.
Para concluir citaré a uno de estos destacados sofistas resulta realmente interesante, Gorgias dice: ”Con las palabras se puede envenenar y embelesar”. Se trata, pues, de adquirir el dominio de razonamientos engañosos, los cuales no tienen un fundamento lógico o simplemente no existen. El arte de la persuasión no está al servicio de la verdad sino de los intereses del que habla. Llamaban a ese arte «conducción de almas». Platón dirá más tarde que era «captura» de almas.